Después de varios años de ser “miembro NO pleno”, Bolivia finalmente es aceptado como “miembro pleno” del MERCOSUR, esto significa que tiene que adaptar su normativa con un plazo máximo de 4 años para operativamente integrar el bloque.
Entonces, ¿significa esto que Bolivia ha dado un giro inesperado y ahora abraza ideas del libre comercio? No, nada más errado. La verdad es que el “Mercado Común del Sur” tienen un nombre sugestivo, pero en la práctica no puede considerarse un “mercado común”, ni siquiera una “unión aduanera”. Si bien, en sus inicios tuvo un comienzo auspicioso y su efecto inicial fué determinante en el comercio intra bloque, durante más de los últimos 20 años ha sido convertido en un ente político-ideológico más que un ente de integración económica, tanto así, que “le inventaron” un parlamento (incluidas las consecuencias que eso trae a un ente que debería ser técnico).
El gran problema radica que los Acuerdos de Libre Comercio en LATAM se basan en un concepto llamado «regionalismo cerrado», es decir, eliminar los aranceles dentro del bloque pero mantener o aumentar los aranceles con el resto del mundo, en el caso del MERCOSUR este se llamó «Arancel Externo Común», un arancel del 20 a 30% de las importaciones provenientes de fuera del bloque, esta barrera frenó la inversión internacional, encareció insumos y bienes de capital e impidió que el MERCOSUR se integre a las cadenas de producción internacionales. A los políticos les cuesta entender, pero el mundo funciona así, los productos están hechos con piezas de distintas partes y si se impide o encarece la llegada de piezas, te quedás fuera.
En la práctica, ni Argentina, ni Brasil (en general) han tenido gobiernos que creen en el libre comercio, por ende, ni siquiera se esfuerzan en aplicarlo dentro del bloque, en teoría, no deberían existir controles fronterizos o aduaneros dentro del bloque, pero por ejemplo, entre Uruguay y Argentina, los camiones tardan hasta 24 Hrs. en pasar los controles de distinta índole, otro ejemplo, Brasil es el segundo país del mundo al cuál Argentina aplica más «medidas antidumping», así es “un poco complicado” tener libre comercio.
El comercio no depende solo de los aranceles, y el MERCOSUR deja muchas vías para entorpercer el libre comercio aplicando barreras No arancelarias, como ser: licencias sanitarias, derechos antidumpings, la exigencia de no conceder licencias de importación, tipos de cambio manipulados, etc… RESULTADO: EL MERCOSUR ES UNA DE
LAS ÁREAS MENOS INTEGRADAS DEL PLANETA.
En conclusión, ingresar al MERCOSUR con las condiciones actuales, en realidad significa cerrarse al mundo, y mientras el mismo no firme acuerdos de libre comercio reales con la Unión Europea, China y otros bloques, no brindará beneficios a la integración económica.
M Sc. Juan Pablo Suárez S.
Past Presidente – Colegio de Economistas de Santa Cruz